Despliegue de CytoBuoy en el Proyecto OBSEA - ANERIS
29/04/2024
En abril de 2024, durante el primer año del proyecto ANERIS, investigadores del SARTI-UPC junto con investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM) e ingenieros de CytoBuoy han desplegado el CytoSub en el observatorio OBSEA. Este instrumento ofrece soluciones para el análisis y clasificación de microorganismos y partículas en agua y medios complejos. Proporciona una visión más holística de la dinámica del micromundo combinando velocidad, información y rango de tamaños.
CytoSub es un citómetro de imagen de flujo. El CytoSub analiza microorganismos y partículas en agua, como el fitoplancton. Recoge información en profundidad sobre las comunidades y la diversidad de microbios, viabilidad, germinación, fisiología. Puede detectar cambios y observar tendencias. Monitoriza la abundancia y el crecimiento de fitoplancton o zooplancton, floraciones algales nocivos. El instrumento puede funcionar de forma autónoma durante varios meses según un horario establecido para las medidas. Los resultados de las medidas son huellas de partículas individuales e imágenes. Único para CytoSub es el gran rango de partículas que se pueden medir. Para el proyecto Aneris, uno de los resultados son las imágenes que se utilizarán para la canalización de datos desarrollada por el Instituto Flamenco del Mar (VLIZ) en su AIES-PHY, Sistema de Extracción Automática de Información para Imágenes de Fitoplancton.
Durante el primer año del proyecto ANERIS, el CytoSub se integró en la red OBSEA, se probó completamente en un depósito de presión en las instalaciones de la UPC y se desplegó a 18 metros de profundidad bajo la supervisión de los ingenieros de CytoBuoy. El 9 y 10 de mayo, coincidiendo con la Década de los Océanos de las Naciones Unidas, se llevó a cabo una formación in situ en las instalaciones de la UPC para formar a sus investigadores en el uso, mantenimiento y explotación de los datos proporcionados por el CytoSub. Posteriormente, el pasado 11 de mayo, el instrumento se desplegó con éxito a una profundidad de 18 metros conectado al observatorio OBSEA, que proporciona alimentación y datos en tiempo real. Desde ese día, el instrumento ha estado midiendo continuamente las partículas presentes en la zona con un ciclo de 3 horas.
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